viernes, 28 de junio de 2013

PCI (Maoísta): ¡UNIRSE, LUCHAR Y DERROTAR LA GUERRA CONTRA EL PUEBLO!

 
Cartel Conjunto de ODC y RC  que vamos a pegar por las calles en los próximos días
 
 
[Nota de ODC: el siguiente comunicado del PCI (Maoísta) ha sido traducido también por los camaradas de GRAN MARCHA HACIA EL COMUNISMO pero por casualidad ODC también lo habíamos traducido. Por ello publicamos nuestra versión y aclaramos que no hay ninguna intención de hacer traducciones paralelas a las de otros camaradas]


Traducido por SADE para ODC


 
 
PARTIDO COMUNISTA DE LA INDIA (MAOÍSTA)

COMITÉ CENTRAL

 

 

Comunicado de prensa

11 de junio de 2013

 

 

LAS CLASES DOMINANTES CONSPIRAN PARA LANZAR MAYORES OFENSIVAS CONTRA EL PUEBLO USANDO COMO PRETEXTO EL ATAQUE DEL 25 DE MAYO

¡UNIRSE, LUCHAR Y DERROTAR LA GUERRA CONTRA EL PUEBLO!

 

 

La pandilla de gángsteres que ha hecho del Parlamento indio su guarida está presa del pánico. Aterrorizada. Histérica. En plena agitación. Bufando de cólera. Levantada en armas. Pidiendo sangre a alaridos. Enseñando los colmillos. Escupiendo veneno. A fin de cuentas el ataque de Jeeramghati el pasado 25 de mayo liquidó a uno de sus capitanes de mayor crédito sobre el terreno. Todo resulta muy comprensible.

 

En realidad, al hatajo de gángsteres y corruptos no le importa en demasía la muerte de Mahendra Karma: sabían que era algo que entraba dentro de lo previsible toda vez que los asesinatos y el caos provocado por el Salwa Judum, que todos ellos habían contribuido a crear o al que azuzaban como senadores en el anfiteatro asistiendo a un combate de gladiadores, tenía en Karma su rostro público con el apoyo de las fuerzas armadas mercenarias y fascistas del Estado central y de los estados [federales]. Y aún tienen más miedo porque en este país en que cualquier forma de explotación, opresión, represión y corrupción se practica con casi total impunidad, como por costumbre, a la vista de todos y sin la menor vergüenza, que alguien “de fuera” puede seguirle los pasos a esta pandilla de fascistas gángsteres y corruptos y les aplique la justicia, no es cosa fácil de digerir. Es como si al sentir de cerca el aliento de las airadas masas oprimidas, todas las medidas de seguridad de que se rodean se hubieran desvanecido súbitamente en el aire dejándolos completamente desnudos y vulnerables. Todo es muy explicable. Tienen poderosas razones para estar molestos.

 

¿Quién sabe quién será el próximo? Y aún más escalofriante, ¿qué es lo que les espera cuando el pueblo, harto de las actuaciones cada vez más insoportablemente traidoras, antipopulares, antidemocráticas y serviles de estas marionetas políticas decida considerar que ataques como el Jeeramghati son una opción para descargar su ira y poner así fin a su habitual comportamiento burgués comprador? Peor aún, ¿qué pasará si deciden acabar con toda la pandilla de gángsteres echando abajo el sistema parlamentario tal como los maoístas defienden y exhortan al pueblo a hacer? Muy preocupante, sin duda.

 

Y por una vez les conviene estar preocupados. Les conviene entender que pagarán la represión neofascista de los más pobres de entre los pobres de este país perpetrada bajo nombres como Salwa Judum, Sendra, Shanti Yatra, Shanti Sena, Harmad Bahini, Bhairav Bahini, TPC [“Tercer Comité Preparatorio” en sus siglas en hindi, organización antimaoísta] u Operación Green Hunt; que pagarán la venta, una tras otra, de las riquezas de nuestro país, venta que es como una rutina diaria de su desayuno, comida o cena para llenar el agujero negro del vientre insaciable de la bestia imperialista; que pagarán haber dejado sin sentido cada palabra que da sentido a nuestra existencia como seres humanos, palabras como libertad, independencia, soberanía, autonomía y democracia. Les conviene darse cuenta por enésima vez (y aquí incluimos todas las veces desde los días de Espartaco) que un pueblo al que se le aplasta continuamente de forma tan cruel no permanecerá por siempre sometido. Por una vez les conviene estar alarmado.

 

Karma, una especie de señor feudal medieval, arquitecto del Salwa Judum, saqueador, sádico, violador y enemigo de su propia tribu; la mayoría de sus hombres de seguridad, auténtica carne de cañón, pero movilizados, sin duda, para fomentar el caos y la muerte; algunos líderes del Salwa Judum; y algunos de los principales dirigentes del Partido del Congreso fueron aniquilados en el ataque del 25 de mayo. Desgraciadamente algunas otras personas que quedaron atrapadas en el intercambio de disparos inicial también murieron a pesar de nuestros sinceros esfuerzos por reducir al mínimo las víctimas una vez que localizados los objetivos principales. El camarada Gudsa Usendi, Portavoz de la unidad de Dandakaranya de nuestro Partido ya expresó nuestras disculpas por ello. La lista de brutalidades perpetradas por Karma y los suyos podría llenar más de un volumen. Aunque no todos, el PCI (Maoísta), las organizaciones de masas revolucionarias y democráticas, las organizaciones de derechos humanos y civiles, personas demócratas, periodistas y ciudadanos interesados han documentado muchos de esos crímenes en detalle para quienes quieran conocerlos. No hay más motivo para las diversas teorías conspirativas que circulan en los medios de comunicación sobre las razones de este que desviar la atención del pueblo de la verdad. Una conspiración manifiesta urdida por los grandes medios de comunicación para ocultar la verdad sobre la brutalidad del Salwa Judum y el papel del ejército indio, las grandes empresas, los gobiernos central y estatales, la partidos del Congreso y el BJP y asesinos como Karma en su creación y en su desarrollo como un monstruo devorador de hombres. Es tal su impaciencia por deshacerse de los maoístas que no tuvieron siquiera en cuenta que el Salwa Judum había sido ilegalizado por la Corte Suprema, su más alta institución. Y todos ellos, incluido Jairam Ramesh [político del Partido del Congreso] han repetido de nuevo el más absurdo y agotado de los argumentos, la “teoría del sándwich”: que los adivasis están siendo aplastados entre las fuerzas armadas, por un lado, y los maoístas por el otro. Si realmente creen tal cosa, entonces, ¿por qué no exigen primero que las fuerzas armadas, con cientos de miles de soldados desplegados por los gobiernos central y estatales, sean retiradas de inmediato si es que están de acuerdo en que matan a adivasis? Sus mentiras se vuelven contra ellos mismos ante el hecho de que, en los baluartes del movimiento, la inmensa mayoría de los maoístas son adivasis. Nuestro partido reitera que nunca trabaja contra los intereses del pueblo. Sólo las clases dominantes y sus fuerzas reprimen al pueblo; nuestro partido responde con las armas.

 

Que los enemigos del pueblo se enfrenten a la verdad, a la verdad desnuda, simple y clara. Nuestro Partido y el EGLP defienden el derecho del pueblo a defenderse de los opresores y de los saqueadores: el 25 de mayo nuestros valientes guerrilleros del EGLP, que dirige al pueblo desde la primera línea, eliminaron a uno de los archienemigos del pueblo revolucionario de la India –en especial del pueblo de Dandakaranya y aún más concretamente del pueblo de Bastar- así como a unos cuantos enemigos más del pueblo en una acción que se encuadra en la resistencia, más amplia, frente a la explotación y el saqueo de los grandes terratenientes y las multinacionales. Y aprovechamos la ocasión para declarar una vez más, alto y claro, que nuestro EGLP seguirá defendiendo al pueblo y su derecho a defenderse, y que lo seguirá dirigiendo desde la primera línea mientras las fuerzas gubernamentales, las bandas parapoliciales sufragadas por el estado y los enemigos de clase prosigan su “Guerra contra el Pueblo”. Porque los oprimidos nada tienen sin el Ejército Popular.

 

Esto es todo por lo que se refiere al ataque del 25 de mayo. Pero sobre lo que realmente queremos llamar la atención del pueblo es sobre el sorprendente hecho de que la democracia salga a colación tan sólo cuando suceden ataques de este tipo. ¿No es sumamente extraño que la democracia sea la más rara de entre las raras mercancías disponibles en la Plaza del Mercado del Parlamento y que sólo salga a la venta cuando las masas trabajadoras producen un Bhagat Singh [Político socialista e independentista indio asesinado por el colonialismo inglés en 1931 con apenas 23 años] en algún lejano rincón de nuestro país? De hecho, a nosotros, los maoístas, nos molesta ver que sólo aparecemos en los titulares por incidentes como éste. Para variar, ¿por qué no nos fijamos en lo que sucede un día tras otro en nuestra vida cotidiana y convertimos la democracia o el maoísmo en tema de relevancia diaria?

 

Fiel a su carácter socialfascista el Politburó del PCI (Marxista) exigió “una acción firme” para acabar con “la furia depredadora de los maoístas” e instaba a “todas las fuerzas democráticas a combatir la política de la violencia de los maoístas”; el resto de los principales partidos políticos, desde el Partido del Congreso y el BJP hasta el SP [Samajwadi Party, Partido Socialista, en hindi] y JD (U) [Janata Dal (United)], se deshicieron en condenas de este ataque sin mencionar una sola palabra sobre sus motivos reales. Los grandes medios empresariales de comunicación, más que cualquier otra institución de las llamadas democráticas, se dedicaron a mentir en el mejor de los casos y a pedir a gritos sangre maoísta como sinvergüenzas lamebotas que son. La reunión sobre seguridad interna con los Ministros Principales y la posterior reunión de todos los partidos, celebradas ambas tras el incidente del 25 de mayo lo describieron como un “ataque directo contra la democracia y la libertad”. Los Ministros Principales declararon unánimemente: “Rechazamos de plano la ideología de los maoístas. Quieren derrocar la democracia parlamentaria y la Constitución de la India por medios violentos... situación a la que debemos resistirnos con todas nuestras fuerzas”. Decidieron “utilizar todos los medios legítimos a su alcance” para contrarrestar las actividades del PCI (Maoísta) y ladraron que ni lo tolerarán ni llegarán a compromisos con él.

 

“Hacemos un llamamiento a los jóvenes de los estados afectados para que abandonen la violencia y persigan sus objetivos por medios legítimos y democráticos. Que tengan por seguro que somos sensibles a sus preocupaciones y que haremos todo lo posible para incorporarlos a la vida social y política general”, añadía la resolución. El mismo parecer se expresó en la reunión de todos los partidos.

 

¿Democracia? ¿Libertad? ¿De quién y para qué? Convendría preguntar a las mujeres que han sido violadas individualmente o en grupo y/o asesinadas y a los niños que han sido testigos y son, incluso, víctimas de atrocidades y matanzas cometidas contra sus familias y aldeas por bandas parapoliciales como el Salwa Judum y las fuerzas armadas, qué significan esas palabras vacías. La única democracia que vemos es la democracia de los saqueadores que entregan las riquezas de nuestro país a los imperialistas a precio de saldo y reclaman su parte de lo que queda. La única libertad que vemos es la de las fuerzas armadas para saquear, destruir, violar, masacrar y desplazar por la fuerza a las masas oprimidas en interés de los imperialistas, la burguesía burocrática compradora y los grandes latifundistas. El Parlamento de la India es una de las instituciones más podridas del mundo, que permite y facilita toda esta situación en nombre de “la democracia y la libertad”. Por lo tanto, ¿qué hay de malo en querer echar abajo una institución que en estos últimos 60 años ha conducido al pueblo de nuestro país a un oscuro túnel sin más salida que destruirla? ¿Qué hay de malo en llamar al pueblo a que así lo haga? ¿No han enseñado ustedes en las escuelas que la democracia es del pueblo, por el pueblo y para el pueblo? Entonces, ¿es que no tiene derecho el pueblo a rechazar al Parlamento o incluso a derribarlo cuando éste existe y funciona precisamente para perjudicar los intereses de aquél? Olvídense de ataques como el de Tadimetla o Jeeramghati. Son  tácticos y parte inevitable de la resistencia del pueblo cuando se despliega a cientos de miles de soldados armados hasta los dientes con equipos modernos para reprimirlo, tal como hemos señalado anteriormente. No reduzcan nuestra línea y práctica políticas a este tipo de ataques. El PCI (Maoísta) es un partido político con una ideología científica clara –el Marxismo-Leninismo-Maoísmo-, una línea política y un programa político que conducirán al establecimiento de una democracia auténtica para el pueblo de nuestro país. Quienesquiera hablen o escriban sobre los maoístas deberían primero enterarse bien de quiénes son antes de etiquetarlos con apelativos diversos como terroristas, extremistas de izquierdas, etc.

 

En pocas palabras el PCI (Maoísta) afirma que la India es un país semicolonial y semifeudal; los objetivos de nuestra revolución son el imperialismo, el capitalismo burocrático comprador y el feudalismo, que explotan y oprimen al pueblo de nuestro país y que serán destruidos por medio de la Revolución de Nueva Democracia (NDR) con el fin de establecer la República Federal Democrática y Popular. La contradicción entre el feudalismo y las amplias masas es la contradicción principal en la actualidad. Durante el proceso de resolución de esta contradicción por medio de la revolución armada campesina, que es el eje de la Revolución de Nueva Democracia, es decir, [por medio de] la Guerra Popular Prolongada, se avanzará en la resolución de otras contradicciones. El carácter semicolonial y semifeudal de la sociedad india determina que la revolución india tenga que atravesar por dos etapas. La tarea de la primera etapa es transformar la sociedad semicolonial y semifeudal en una sociedad independiente de nueva democracia gracias a la resolución de las dos contradicciones fundamentales de la sociedad india actual, a saber, la contradicción del pueblo indio con el imperialismo y la contradicción de las amplias masas con el feudalismo. A su vez, acto seguido, la tarea de la segunda etapa será establecer el sistema socialista y continuar la revolución avanzando hacia el comunismo a escala mundial. Este Estado de Nueva Democracia estará organizado como dictadura democrática popular ejercida por el Frente Unido, integrado por el proletariado, el campesinado, la pequeña burguesía y la burguesía nacional bajo la dirección del proletariado sobre la base de la Alianza obrero-campesina. El Estado garantizará la democracia real para la más amplia mayoría del pueblo mientras ejerce la dictadura sobre la exigua minoría de los explotadores. Con esta Revolución de Nueva Democracia llegará la independencia nacional que desarraigará la esclavitud, la explotación y el control imperialista y establecerá la democracia popular acabando con  la autocracia feudal.

 

Los trabajadores, campesinos y pobres de las ciudades, que forman la inmensa mayoría de la población de nuestro país, viven en la pobreza absoluta como víctimas del hambre, la enfermedad, y la inhumana explotación y opresión imperialista y feudal; la Revolución de Nueva Democracia les liberará de todas estas lacras. La Revolución de Nueva Democracia extirpará el inhumano sistema de castas brahmánico, jerárquico y feudal que ha mantenido a decenas de millones de dalits [“intocables”, en hindi] y a otras castas oprimidas sometidos a la represión desde hace siglos; asimismo extirpará el sistema social patriarcal, tanto el feudal como el imperialista, que ha venido explotando y oprimiendo a mitad de la población, es decir, a las mujeres. La Revolución de Nueva Democracia destruirá la dominación chovinista hindú que ha reprimido a las minorías religiosas de nuestro país, en especial a musulmanes y cristianos. La inmensa mayoría de los adivasis se ha visto privada hace tiempo de sus tierras y de otros medios de subsistencia tradicionales sin que se les ofreciera alternativa alguna: ellos han sido las principales víctimas del “desarrollo” y el “desplazamiento”. En la sociedad de Nueva Democracia vivirán una vida digna, libre e independiente. Hoy en día, la India es una prisión de nacionalidades. El Estado de Nueva Democracia reconocerá inequívocamente el derecho a la autodeterminación de las nacionalidades, incluyendo el derecho a la secesión: la India de Nueva Democracia estará formada sólo por aquellos estados que decidan permanecer voluntariamente dentro de ella. La cultura putrefacta, en descomposición, antidemocrática, antipopular, detestable, semicolonial y semifeudal que domina todas las esferas de nuestra vida será destruida. La aversión al trabajo, el patriarcado, la superstición, la autocracia, la esclavitud imperialista, el chovinismo nacional, el comunalismo, el sistema de castas, la codicia ciega, el egocentrismo, la cultura consumista y esa cultura e ideología pervertidas que giran alrededor del sexo serán liquidados. La cultura feudal, que es más que nada la cultura brahmánica del sistema de castas que inculca la idea de superioridad [de unas sobre otras], se extinguirá.

 

Este Estado hará todo lo posible por resolver pacífica y equitativamente las disputas de fronteras, agua, etc. que pudiera tener con países vecinos; asimismo, desarrollará relaciones amistosas con ellos. Este Estado no ejercerá jamás comportamiento expansionista alguno con los países vecinos. Este Estado Democrático y Popular establecerá la unidad con el proletariado internacional y las naciones oprimidas del mundo; se opondrá a la guerra y a la agresión imperialistas, a la intimidación, subversión, injerencia, etc. Apoyará y ayudará por todos los medios a las luchas revolucionarias y guerras revolucionarias, en especial a las lucha en curso bajo la dirección de fuerzas revolucionarias maoístas en contra del capitalismo, el imperialismo y la reacción en cualquier parte del mundo.

 

En el Programa del Partido del PCI (maoísta) se expone con claridad un sucinto programa de 25 puntos sobre la República Federal Democrática y Popular o Estado de Nueva Democracia para quienquiera que se tome la molestia de estudiarlo. Que los debates  sobre los maoístas se centren en él.

 

Las clases dominantes llaman a los jóvenes a abandonar la violencia y perseguir sus objetivos por medios legítimos y democráticos. ¿Vale con eso? ¿No es de sentido común que para emplear “medios legítimos y democráticos” deba haber al menos algo parecido a la democracia? Se prohíben organizaciones/sindicatos obreros, organizaciones campesinas y de los trabajadores agrícolas, organizaciones de mujeres, organizaciones culturales, organizaciones estudiantiles y juveniles y hasta organizaciones infantiles. Se silencian las voces de escritores, artistas culturales, demócratas, intelectuales y sus organizaciones. Cada día que pasa se reducen los derechos fundamentales. Se promulgan leyes draconianas o se actualizan siguiendo los pasos de los colonialistas con infalible regularidad y paralelamente a la intensificación de las medidas represivas. Los tribunales se ponen del lado de los gángsteres y los corruptos, de los políticos traidores, de los defraudadores y los criminales, mientras se arroja en cárceles a activistas políticos y sociales, a inocentes a quienes se mutila con torturas y se condena a muerte. Esto es lo que padece la juventud de nuestro querido país, una juventud con un enorme potencial para el desarrollo y transformación de nuestro país en un auténtico estado democrático, independiente, soberano y próspero. Los cientos de miles de jóvenes que han sido asesinados a sangre fría por las fuerzas de seguridad indias en Cachemira, en el Noreste y en las vastas zonas rurales de Andhra Pradesh, en Dandakaranya, Bihar- Jharkhand, Orissa, Bengala Occidental, Maharashtra, Uttar Pradesh, Karnataka, Assam, Madhya Pradesh y en otras áreas del movimiento revolucionario son la flor y nata de la India actual, llenos de ideas y deseos de acción creativos e independientes; ellos son los jóvenes que están creando o uniéndose a las organizaciones y partidos democráticos, de liberación nacional y revolucionarios que preparan un futuro mejor para nuestra querida patria. El hecho evidente es que los jóvenes se han levantado en armas, tarea histórica de las masas oprimidas para dar forma a su propio futuro con sus propias manos, confiando en sus propias fuerzas y en su propio pueblo, sólo después de decenios de fracasos repetidos y frustrantes reflejados en la respuesta del estado indio al uso de “medios legítimos y democráticos” para conseguir los derechos y demandas que les corresponden. Llamarles al abandono de las armas y a trocarlas por “medios legítimos y democráticos” es no sólo poner las cosas del revés sino también una broma cruel. Los jóvenes no han tomado las armas porque les apetezca o en una situación de abundancia de medios legítimos y democráticos o porque no estimen la democracia. Es todo lo contrario. Están tomando las armas porque quieren una democracia de verdad. Nuestra Revolución de Nueva Democracia promete exactamente eso; la Revolución de Nueva Democracia es exactamente lo contrario de la pseudodemocracia actual.

 

El gobierno, que no mencionó siquiera preocupaciones básicas del pueblo como la tierra, la educación, la salud, etc. en la reunión de los Ministros Principales y en la de los partidos, anuncia ahora programas de formación para capacitar a miles de jóvenes, en especial adivasis y mujeres, y promete empleo a, por lo menos, la mitad de los que sigan dichos programas. Estas medidas entran en el paquete del “desarrollo” (el otro es el paquete de la “represión”, el paquete de la muerte y la miseria con el que los jóvenes están en realidad bastante más familiarizados). Les quitáis la tierra de debajo de sus pies, los desplazáis de los lugares en que llevan morando desde hace siglos, les aisláis de sus medios tradicionales de vida en los bosques y tierras y, entonces, les dais a unos cuantos miles de ellos formación que no les hace realmente autosuficientes y falsas promesas de trabajo para un número de personas aún menor. ¡Qué concepto tan enrevesado de desarrollo! Trabajos mal pagados para un pequeño grupo que aún así no serían suficientes para satisfacer las necesidades básicas mínimas de una familia. Aun con acceso a todos los medios tradicionales de subsistencia disponibles, la vida en un bosque talado y la devaluación de la rupia empeoran la situación. La osadía con que las clases dirigentes declaran que “son sensibles a las preocupaciones de la juventud” es de un increíble cinismo. Todas sus preocupaciones no son más que una farsa frente a la realidad esencial: la galopante tasa de desempleo y subempleo. Si son realmente sensibles, entonces, ¿por qué no se aplican el PESA [“Panchayat Extension to Scheduled Areas”, ley de 1996 que da autonomía de gestión sobre sus recursos naturales a las colectividades locales], los programas 5º y 6º y el FRA [“Forest Rights Act”, Ley de Derechos Forestales] que aprobó el Parlamento indio y son “una auténtica preocupación de la juventud”? No cabe la menor duda de que todo esto es parte de la guerra psicológica contra el Partido Maoísta para apartar a los jóvenes de él.

 

Mientras el Primer Ministro, en la reunión de los Ministros Principales, dijo que gobierno estaba dispuesto a hablar con todos “grupos extremistas” en el marco de la Constitución, el Ministro del Interior, RK Singh, dijo que ¡no habría conversaciones con los maoístas después del incidente del 25 de mayo! ¿Quién decidirá esas políticas? En todo caso, nuestro partido ya ha expresado en el pasado, con toda claridad y en diversas ocasiones cuál es nuestra posición sobre las conversaciones con el gobierno. Queremos llamar la atención de quienes –entre el pueblo y los demócratas- abogan por celebrar conversaciones con el gobierno o llegar a un alto el fuego sobre el trasfondo de este tipo de ofertas; les instamos a juzgar por sí mismos la sinceridad de estas ofertas: no pasa un solo día en que no se produzca alguna operación de las fuerzas armadas en las áreas del movimiento maoísta en la que no maten, destruyan, torturen y violen. Además, varios de nuestros principales dirigentes languidecen en cárceles en condiciones infrahumanas desde hace muchos años negándoseles necesidades básicas y fianzas.

 

Volviendo al contexto actual, las clases dominantes indias ya habían iniciado una serie de preparativos sin precedentes para llevar a cabo otra gran ofensiva con la que intentar acabar con los maoístas pero ahora están tratando de utilizar el incidente del 25 de mayo como pretexto para ello. Las próximas elecciones son otra poderosa razón que se esconde tras esta intensificación y ampliación de la Operación Green Hunt. Es ya un hecho bien documentado y constatado que todos estos operativos se emprenden para poner en práctica por la fuerza diversos Memorandos de Entendimiento en el sector de la minería así como otros proyectos de “desarrollo” en zonas adivasis. Hacemos un llamamiento a todo el mundo a estar alerta ante estas maniobras y a no caer en la trampa de pensar que incidentes como el del 25 de mayo provocan una mayor represión. De hecho, masacres anteriores en el tiempo como la de Edesmeta, acaecida el 17 de mayo, en la que ocho adivasis, incluidos tres niños, fueron asesinados por las fuerzas armadas, forman parte de esa Guerra contra el Pueblo ya intensificada. Junto con las masacres, la nueva ofensiva incluirá principalmente ataques aéreos, es decir, la implicación directa de múltiples unidades de helicópteros de la Fuerza Aérea India y también drones no tripulados. El ministro de Defensa dijo que el Ejército de Tierra no será desplegado pero la realidad es que las operaciones encubiertas del ejército ya habían aumentado de modo considerable antes y también después del ataque del 25 de mayo. Están en pie de guerra, como si fueran a invadir otro país. Las gentes de Edesmeta, tras la masacre del 17 de mayo, lo decían de modo conmovedor: “Quieren acabar con nosotros los adivasis”.

 

En esta ocasión, hacemos una vez más un llamamiento a quienes, por miedo a ser completamente aniquilados, están huyendo de sus aldeas tras masacres fascistas como las de Sarkinguda, Edesmeta, etc. a que no lo hagan, a permanecer unidos bajo la dirección de los Krantikari Janatana Sarkars para responder con las armas a la ofensiva del Estado indio. El Partido y el EGLP nos comprometemos a defenderos, a vosotros y a vuestros derechos, con nuestras propias vidas.

 

Hacemos un llamamiento a los obreros, campesinos, estudiantes, jóvenes, intelectuales, demócratas, mujeres, dalits, adivasis, nacionalidades oprimidas y minorías religiosas, y a todas las organizaciones de estas clases, comunidades y sectores, es decir, a las amplias masas de nuestro país, para que estén alerta ante los pérfidos designios de las clases dominantes, esos archilacayos de los imperialistas, en especial de los imperialistas de EEUU, que se están uniendo de nuevo para llevar a cabo otra gran ofensiva en el marco más amplio de la cruel, inhumana y fascista “Guerra contra el Pueblo”. ¡Unámonos todos en una poderosa fuerza de combate lo más amplia posible, desconocida por sus dimensiones para el enemigo, para luchar en su contra y derrotar esta guerra injusta de aniquilación! Sólo de esta manera podemos marchar hacia el fin del peligro, siempre amenazador, del terrorismo de estado y lograr una democracia auténtica y una auténtica libertad y también salvaguardar a nuestra juventud, el más valioso tesoro para el futuro de nuestro país.

 
Abhay
Portavoz,
Comité Central,
PCI (Maoísta)
 

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